Productividad comercial

¿De quién es la culpa de la productividad comercial?

La formación del comercial se suele ver como un gasto inútil, que no lo van a aprovechar, o que siempre es lo mismo.

Una vez me dijo un empresario, que darle formación a sus comerciales era sembrar en tierra inútil. Lo que me hace dudar de la capacidad del empresario.

Me he encontrado en varias ocasiones que se pone de comercial al mozo de almacén, porque conoce los productos o porque es simpático, pero no tiene nada que ver colocar mercancía en una estantería o tener don de gentes a gestionar una cartera de clientes.

La formación del equipo comercial debe ser continua, no sólo en productos, sino en organización, en técnicas de cierre, en nuevas tecnologías, en preparar una ruta, en aportarle valor a los clientes…e incluso en motivación, tan necesaria hoy en día.

Si un empresario cree que la formación de su equipo comercial es cara, que pruebe a tener un equipo de comerciales mal formados, mal organizados y desmotivados, a ver qué le sale más caro.

Al final, no nos engañemos, los responsables de la empresa, y de la calidad de los comerciales, son los gerentes.

tecnología, jose puchades

Dicen que el futuro del empleo pasa por la empresa online y que uno de los perfiles más demandados es el de community manager o gestor de comunidades virtuales de las empresas.

Es muy probable que las empresas “online” cada vez van a generar mas empleo, pero de lo que sí estoy seguro es que si las empresas que existen actualmente no se transformen en “online”, y adopten las nuevas tecnologías, no tienen mucho futuro.

Ser una empresa online no significa tener una página de Facebook abierta y ya esta. Creo que el verdadero potencial esta es la gestión del cliente y en unos procesos de negocio, que a través de la tecnología permitan a la empresa mantenerse en el mercado.

La empresa se convierte en online cuando sus comerciales pasan los pedidos y estos entran directamente en el sistema, sin tener que volver a picarlos otra vez en la administración, online es cuando una queja de un cliente se registra y se le da solución de manera ágil, en lugar de registrarla en un post,it, o cuando se avisa a un cliente de que se terminado un producto del almacén y se le avisa con tiempo con una solución, en lugar de esperar a que se queje por el retraso en la entrega.

Y todo esto se debe hacer de forma “online” o en línea para ser mas productivos. Es mas, la empresa que no quiera hacerlo y utilizar la tecnología para gestionar sus procesos, en unos años, la competencia la habrá echado del mercado, ya que la competencia ya es local, regional u online

Por eso creo que la empresa inmune es la que está en constante mejora de sus procesos a través de la tecnología Ya no hay empresas online u offline, ahora la empresa es una y aprovecha todos los canales posibles para llegar al cliente, porque ahora el cliente está en múltiples canales y está acostumbrado a recibir información desde distintos canales o fuentes.

De hecho, al escribir este articulo, el corrector del iPad ha cambiado online por inmune, ¿será ya inteligencia artificial?

 

…Enviado desde mi iPad

Jose Puchades

El éxito de Mercadona se sustenta en diversos aspectos, los cuales no son fáciles de imitar, ni siquiera por su competencia, pero hay varias claves en las que las pymes nos podemos fijar para intentar sobreponernos a esta situación tan complicada:

  •  Todo el personal vende: no sólo se trata sólo de ofrecer promociones en la línea de cajas, sino que en cada departamento te ofrecen productos para añadir a la cesta de la compra: Carnicería, panadería, frutería…. En las pymes solemos tener varios departamentos, o al menos, varias personas que tratan con los clientes (almacén, administración, postventa…) Si todas las personas de la organización están mentalizadas de que le pueden ofrecer algo más al cliente, o al menos comunicar las ofertas, seguro que aumenta la compra media.

 

  • Tienen productos exclusivos: Han desarrollado una marca propia muy fuerte, pero además han desarrollado formatos para aumentar la compra, por ejemplo zumos de litro y medio o packs de 6 yogures. En la pyme podemos desarrollar también productos exclusivos o llegar a acuerdos con proveedores para que nos sirvan un modelo de producto que no ofrecen a la competencia. Por ejemplo, si vendemos tornillos, podemos hacer blisters con más cantidad o que nos fabriquen una marca propia. Si vendemos servicios como seguros podremos negociar ciertas coberturas especiales o vender seguros combinados.

 

  • Tienen claro el 80/20 de la cesta de la compra: Es cierto que les faltan referencias en su surtido de productos, pero lo básico, el 80% de la cesta de compra no les falla. Las pymes podemos analizar nuestro 80/20 de la cartera de productos y hacer ofertas adaptadas a nuestros clientes. Son también estas referencias las que dan la imagen de precio bajo, recuperando margen en el resto del surtido y en este punto las pymes también les podemos imitar. Por otro lado, los productos que no tienen rotación los eliminan, y el sobrestock de productos obsoletos es una asignatura pendiente en las pymes.

 

  • Mejoran constantemente el punto de venta: Mercadona tiene posiblemente la red de establecimientos mas moderna, además, están continuamente remodelando los puntos de venta. En este sentido, muchas pymes tienen los puntos de atención al cliente o mostradores poco cuidados y con poca o ninguna cartelería promocional. Esta es la primera impresión de la empresa que tienen los clientes y se hacen una idea de qué tipo de empresa somos. Tener unas instalaciones modernas no cuesta mucho dinero y sí ayuda mucho a mejorar nuestra imagen.

 

Si intentamos poner en marcha alguna de estas iniciativas en nuestras empresas, seguramente mejoraremos las ventas.

 

Está claro que hay otros muchos secretos y que de la noche a la mañana no vamos a convertirnos en el Mercadona de nuestro sector, pero hay que recordar que pocos sectores son tan competitivos como la distribución de alimentación y que Mercadona también pasó por dificultades financieras.

 

Publicado en Dinero y Emplero, Diario Sur, Junio 2012

 

jose puchades

Esta pregunta que parece obvia, demasiadas veces tiene la misma respuesta en muchas empresas de Málaga (y de muchas otras provincias), “por calidad y precio”, sin pararnos a pensar si es la misma respuesta que daría nuestra competencia.

Si ofrecemos la misma calidad de producto que nuestra competencia (calidad cada vez mas parecida en mercados de suministros globales), y no buscamos otras formulas para diferenciarnos, la única diferencia es el precio, y en este caso, gana el precio mas bajo, porque, ¿quién pagaría mas dinero por lo mismo? Obviamente, nadie, con el consiguiente deterioro en el margen comercial y en el beneficio de las empresas, principalmente pymes.

Debemos pues pensar en por qué compran mis clientes y mis potenciales clientes. Y además decidir por qué quiero que me reconozcan en el mercado. Si decido que mi estrategia comercial es el precio mínimo, es una buena opción, pero debo preparar la consecuente adaptación de mi modelo de negocio y la estructura de costes, ahora bien, no es la única opción. También puedo pensar en no querer que me compren sólo por tener precio mas bajo y hacer valer otras estrategias comerciales, como que me elijan por el valor de mi marca (con lo que tendré que potenciar mi imagen), que me elijan por el servicio (con lo que tendré que invertir en atención al cliente, formación del personal comercial y servicio postventa) o elevar las ventas vía recomendación (por lo que debo dirigir la inversión comercial hacia planes de fidelización).

Es ahora más que nunca, ahora cuando los clientes han dejado de llamar a la oficina para cursar los pedidos, con mercados a la baja y la competencia apretando como no lo hacía el año pasado, cuando debemos plantearnos qué tipo de modelo comercial quiero para la empresa y qué voy a hacer para vender más, y visitar mas no es siempre la mejor (ni la única) respuesta.

El 95% de las empresas considera que su equipo comercial no funciona como quisiera o no consigue los resultados deseados, sin preguntarse si la compañía aporta algo nuevo o diferente al mercado, si se sigue visitando a los mismos clientes, o si el plan comercial se ha adaptado a las nuevas circunstancias del mercado.

Por lo tanto, el querer aumentar las ventas, o mantenerlas dada la situación actual de los mercados, no puede responder a un acto de fe o a un encarecido deseo de la gerencia. Tiene que desarrollarse bajo un plan comercial coherente y una constancia en el desarrollo del mismo.

 

Publicado en Dinero y Empleo, Diario Sur, Mayo 2008