Analizando la balanza comercial española, resulta que lo que más exportamos son bienes de equipo (la corrupción y el pirateo no tiene efectos estadísticos) y estamos a la cabeza en la producción de vehículos industriales en Europa, por lo que podría pensar que España tiene tejido industrial.
Sin embargo, creo que ni nos lo creemos, ni nos sentimos orgullosos de los logros que alcanzamos, más allá del deporte.
Históricamente hemos sido unos pésimos comerciales, y creo que seguimos en esa senda (sólo así se explica que la mayor parte de venta de aceite de oliva al exterior siga siendo a granel) aunque también creo que este aspecto comercial está cambiando a marchas forzadas.
Lo que me da envidia es cuando veo proudly made in usa en algunos productos o el designed in California en el teléfono, pero más aún cuando por ejemplo veo la etiqueta de quesos de Francia en Mercadona (¿alguien conoce alguna etiqueta de quesos de España?) o voy a un supermercado en el extranjero y el lineal de vinos franceses o italianos es el triple que el español. La tecnología es alemana, el vestir francés o italiano, los zapatos ingleses… ¿Dónde está la marca España?, ¿Qué fue de la campaña Al turismo, una sonrisa?
Creo que debemos entornos orgullosos de muchas de las cosas que hacemos, desde lo que fabricamos, hasta cuando se atiende a un turista hay que sentir orgullo, porque sólo con orgullo se pone pasión en lo que se hace, y la pasión nos lleva a la excelencia, y la excelencia a más ventas (y menos paro). Estoy convencido que nos podemos comer el mundo, sólo tenemos que creérnoslo de verdad.
En las multinacionales en las que he trabajado en compartido equipos con distintas nacionalidades, y os aseguro que ni son más listos ni echan más horas que nosotros, sólo se organizan mejor y confían más en el I+D.
Además, de los ejemplos recientes de orgullosamente fabricado en España, lo hacen empresas extranjeras, uno de Renault con la fabricación del Megane en España y otro es McDonald´s con la Extrem.
En algunos argumentarios de ventas de clientes hemos usado la localización como argumento de cierre de ventas, para que los beneficios se queden en la provincia. Otro ejemplo de orgullo empresarial es el calendario de Ores y Bryan 2014, con su eslogan, Podemos conseguir lo que nos propongamos. Estos aspectos deberían estar en muchos planes comerciales.
Creo que no sólo hay que usar este argumento de ventas en las empresas, sino que como país debemos estar convencidos de nuestras posibilidades, eso sí, hay que hacerlo mejor.
P.D. Con este artículo no me quiero relacionar con ninguna posición política ni nacionalista, sólo indicar que como país nos queda mucho por hacer dentro y fuera.
